GIGANTES DE VALDES
El cine argentino suele sorprendernos. A veces con buenos argumentos, a veces con excelentes actuaciones, y algunas con maravillosos paisajes de nuestro país. Una manera de poder conocer lo que queda tan lejano.
Alex Tossenberger es documentalista de fauna. Y esta es su primer largometraje donde no solo nos cuenta una historia sino que deja ver su profesión más amada como es el trabajo con los animales.
En nuestro país hay lugares paradisíacos donde son los turistas los que más lo conocen.
Península Valdés es el lugar donde cada año la ballena franca elige para su apareamiento. Miles de turistas se acercan al lugar para poder avistar en lanchas este maravilloso momento de la naturaleza. El sitio además posee otras características: una excelente playa, un mar cristalino, pingüinos, lobos marinos y un paisaje digno de un cuento de hadas.
Hasta este lugar llegar Tomás Bullrich, un joven de ciudad que es enviado por sus jefes para sondear la posibilidad de invertir en hoteles 5 estrellas para poder explotarlo. Tomás llega al lugar diciendo que es solo un turista. Conoce a la gente del lugar.
Entre ellos hay un Capitán que es el que dirige los avistamientos siendo el que organiza y ordena a la ciudad. El ha sido elegido por si mismo en ese puesto, y si bien el pueblo no lo quiere no se sienten lo demasiado fuertes como para pelearlo.
Alguien descubre que no es un turista y quieren que se vaya del pueblo.
Tomás conoce a José, un marisquero que le ofrece ir a vivir con él por unos días.
Esto le permitirá la verdadera vida del lugar. Y logrará desentrañar los intereses de los capitalistas que podrían arruinar uno de los sitios mejor preservado.
El film tiene un mensaje ecologista y de valores. Con actuaciones simples. Pero la filmación de las ballenas, de las pingüineras y de los atardeceres es un lujo que no puede perderse.
Quizás se le podría haber exigido más la director, pero el objetivo de la película esta casi logrado.
Se debe reconocer el esfuerzo en esta filmación.
Se filmo en dos etapas, con todo el elenco en el lugar, y teniendo en cuenta que cuando se trabaja con fauna silvestre ellos no saben de horarios de filmación, sino que hacen su aparición cuando lo creen conveniente, teniendo el director y los actores filmar en ese momento.
Tanto las escenas submarinas como las que se disfrutan de las ballenas, dejan un sabor dulce en la memoria del espectador.
Hay una escena que quizás traduzca el pensamiento de los visitantes. Tomás esta en la lancha solo esperando al marisquero que esta buceando. Cuando de pronto se le acerca una ballena y él dice que se miraron a los ojos. Esa es la sensación que le deja al turista y que debe dejarnos a nosotros.
Nos miran a los ojos.
El cine argentino suele sorprendernos. A veces con buenos argumentos, a veces con excelentes actuaciones, y algunas con maravillosos paisajes de nuestro país. Una manera de poder conocer lo que queda tan lejano.
Alex Tossenberger es documentalista de fauna. Y esta es su primer largometraje donde no solo nos cuenta una historia sino que deja ver su profesión más amada como es el trabajo con los animales.
En nuestro país hay lugares paradisíacos donde son los turistas los que más lo conocen.
Península Valdés es el lugar donde cada año la ballena franca elige para su apareamiento. Miles de turistas se acercan al lugar para poder avistar en lanchas este maravilloso momento de la naturaleza. El sitio además posee otras características: una excelente playa, un mar cristalino, pingüinos, lobos marinos y un paisaje digno de un cuento de hadas.
Hasta este lugar llegar Tomás Bullrich, un joven de ciudad que es enviado por sus jefes para sondear la posibilidad de invertir en hoteles 5 estrellas para poder explotarlo. Tomás llega al lugar diciendo que es solo un turista. Conoce a la gente del lugar.
Entre ellos hay un Capitán que es el que dirige los avistamientos siendo el que organiza y ordena a la ciudad. El ha sido elegido por si mismo en ese puesto, y si bien el pueblo no lo quiere no se sienten lo demasiado fuertes como para pelearlo.
Alguien descubre que no es un turista y quieren que se vaya del pueblo.
Tomás conoce a José, un marisquero que le ofrece ir a vivir con él por unos días.
Esto le permitirá la verdadera vida del lugar. Y logrará desentrañar los intereses de los capitalistas que podrían arruinar uno de los sitios mejor preservado.
El film tiene un mensaje ecologista y de valores. Con actuaciones simples. Pero la filmación de las ballenas, de las pingüineras y de los atardeceres es un lujo que no puede perderse.
Quizás se le podría haber exigido más la director, pero el objetivo de la película esta casi logrado.
Se debe reconocer el esfuerzo en esta filmación.
Se filmo en dos etapas, con todo el elenco en el lugar, y teniendo en cuenta que cuando se trabaja con fauna silvestre ellos no saben de horarios de filmación, sino que hacen su aparición cuando lo creen conveniente, teniendo el director y los actores filmar en ese momento.
Tanto las escenas submarinas como las que se disfrutan de las ballenas, dejan un sabor dulce en la memoria del espectador.
Hay una escena que quizás traduzca el pensamiento de los visitantes. Tomás esta en la lancha solo esperando al marisquero que esta buceando. Cuando de pronto se le acerca una ballena y él dice que se miraron a los ojos. Esa es la sensación que le deja al turista y que debe dejarnos a nosotros.
Nos miran a los ojos.
REPARTO
Federico D Elia
Miguel Dedovich
Alfredo Casero
Georgina Bararrosa
Isabel Macedo.
Mirta Wons
Director Alex Tossenberger
Federico D Elia
Miguel Dedovich
Alfredo Casero
Georgina Bararrosa
Isabel Macedo.
Mirta Wons
Director Alex Tossenberger
